3/10/2011

El Proceso Verniano III

donde ocultamos el Sol y pretendemos saber lo que estamos haciendo

Pintar el cielo nos presenta dos opciones, o hacer un wash, lo más recomendado para cubrir grandes extensiones, además de asemejar a la Naturaleza, tomar la ruta de la abstracción o bien, complicarnos con otra cosa.  En este caso, un momento de indecisión (no tener un modelo claro o idea definida de lo deseado), nos llevó a complicarnos.

Empecé con mezclar 2 tonos de amarillo, un ocre, un sienna oscuro y reservar algo de negro diluído; cuando me dí cuenta que el cuadrante superior izquierdo se estaba "comiendo" el cuadro, entré en pánico, decidiendo trabajar a base de secciones de washes más pequeños y capas; es decir, destacar cúmulos nubosos y luego darles profundidad por medio de planos de colores.  Improvisar.
Ciertamente no es lo mejor tecnicamente hablando, pero el efecto es más dramático y si sale más o menos bien, obtenemos algo así:


El Sol en el tercer cuarto tras la nave nos ayuda a determinar la selección y tono cromático del resto de la acuarela.


Una semana después, el entintado de las formas separa y destaca; los detalles son resaltados de entre lo opaco y translucido.  Finalmente, llegamos a donde nos lleva la obra.


"Demonios!  Aquí no tenemos reglas, estamos tratando de lograr algo" - Thomas Edison

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