Hace algun tiempo atrás hablamos sobre el asteriode Apophis -y algo sobre mitología egipcia-, y las probabilidades de que impactase a la Tierra. Antes de ayer, el director de la agencia espacial rusa, Anatoly Perminov, dijo que quiere destruirlo o desviarlo para evitar un posible desastre la proxima o proximas veces que se acerque al planeta.
Muchos se han pronunciado en contra dadas las dificultades técnicas y las cada vez más reducidas probabilidades de un evento de este tipo a corto plazo. Justamente creo que este es el meollo del asunto: si el impulso exploratorio original, que llevó al hombre a la Luna ha menguado por razones económicas, políticas y prácticas, también es razonable pensar que a largo plazo los recursos y herramientas para llevar a cabo una empresa tal no esten disponibles. Inclusive, nosotros mismos, la raza humana, podríamos -dadas las transformaciones sociales, evolutivas, inclusive la extinción por causas diversas- no estar aquí para eliminar este u otro peligro en contra de la vida del planeta.
Pienso que las limitantes pueden ser resueltas con la ingeniería correcta y la onza de prevención invertida también nos colocaría en el right frame of mind para tomar decisiones más coherentes en materia ecológica acá, debajo de las estrellas.
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