En
Salon.com encontramos un artículo sobre la lucha de los habitantes de los Apalaches americanos en contra de las mineras de carbón que al día de hoy han demolido 470 montañas a lo largo y ancho de esta área, con las consecuentes afectaciones del ambiente: ríos contaminados, destrucción de miles de hectáreas de árboles y habitats, desplazamiento humano... en magnitudes que nos son difíciles de imaginar (nos aterra hacerlo) pero que podríamos sufrir si lo permitimos.
![](http://4.bp.blogspot.com/_jzyqyC3meXo/SYeooSkh17I/AAAAAAAAAuM/2RmJbyHcw9Q/s200/ValleyFill1.jpg)
La diferencia esta en que la minería en Panamá esta aún en sus primeros años y que evitar su proliferación dependerá no solo de los intere$e$ de las compañías, la complicidad gubernamental (ANAM, etc) o los grupos que se les opongan sino de las demandas mundiales y el desarrollo de fuentes energéticas alternativa, viables y competitivas.
Ojalá las preocupaciones del panameño no fuesen tan a corto plazo, es evidente que las consecuencias son peores que la muerte: no tener nada que dejarle a nuestros hijos.
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Appalachian Voices y
Coal is Dirty para más información.