¿Qué tan bajo podemos caer cuando se nos otorga algún poder? Esta parecer ser la tónica de nuestros gobernantes, una vez se sientan en la silla que les hemos dado, solo es cuestión de tiempo para que se aparten de la sensibilidad que se habían investido, adopten el manto mesiánico y asuman que sus decisiones, mientras más radicales e inconsultas, son indiscutibles, perfectas.
Tal vez por ese caracter que nos identifica, pero el panameño critica todo, lo malo es que nadie escucha; especialmente cuando estan arriba.
El poder es solo tan importante como servicio a quienes no lo tienen - Lech Walesa
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