12/16/2008

La muerte del album

Billy Corgan de Smashing Pumpkins lamenta la inviabilidad del álbum en los tiempos del iPod:

"Esta acabado. No tiene sentido. La gente ni siquiera los escucha por completo. Los cargan en su iPod, queman los dos sencillos y omiten el resto".

Bueno, Billy, tienes razón. Más o menos. El modelo de distribución, la forma de promoción, pero más importante, la calidad del producto (compresión en demasía, arreglos genéricos, cansados) y el tiempo que el comprador invierte en escuchar y APRECIAR el álbum se ha reducido.

Inclusive, la duración de las canciones ha sido ajustada para comodidad de las emisoras y ni hablar de la degradación y desaparición de la gestión didáctica del DJ, quien introducía y "formaba" al oyente, exponiéndolo a diferentes tendencias y sobre todo, ofreciendo juicios que crean conciencias críticas.

Un público que puede discernir las diferentes gradaciones de calidad es capaz de seguir la carrera de un artista, más allá de los posibles escándalos y otras trivialidades, reconociendo las evoluciones que matizan su obra. Ése es el nexo que une al público con el músico.

La limitación del álbum es física y ha sido superada por medio del CD y DVD, lo que no debería perderse es la oportunidad que ofrece al músico de ofrecer un todo coherente, sea temático o estilístico, que pueda capturar la atención y el cariño del oyente más allá del omnipresente sencillo.
"A veces puedes contar cada naranja de un árbol, pero nunca todos los árboles en una naranja" - A.K. Ramanujan