El turismo sostenible es una tendencia en la industria que involucra comunidades locales y es un patrón de transformación socioeconómico. Me encanta este segmento, pues es beneficioso muchos y no crea solo monopolios. Es además un segmento que tiene éxito si es bien manejado y depende en gran medida del mantenimiento de la biodiversidad del área en comunidades rurales, costeras, parques nacionales o reservas privadas.
Aunque este tipo de turismo requiere una buena gestión ambiental, no todo se basa en naturaleza o educación; y sí es muy importante la escala.
Algunos ejemplos los vemos en Costa Rica, Ecuador y Asia, con hoteles de bajo impacto que se mantienen en ocupación alta todo el año, con precios que superan en proporción a algunas cadenas hoteleras. (http://www.asia-hotel.net/amandari/)
El turista de hoy busca experiencias y un intercambio cultural real. No quiere encerrarse en un hotel sin carácter o visitar un parque temático. Este tipo de experiencias podría tenerla en cualquier país, incluso el suyo, por lo que se hace necesario hacer cambios y promover experiencias reales.
Los mayoristas de la industria turística están haciendo cambios en sus programaciones de viaje ya que están respondiendo a las necesidades del público, el cual es más sensible a la sociedad y el ambiente. El turismo responsable promueve hoy día compensaciones dentro de la industria del turismo para apoyar programas que ayuden a disminuir el calentamiento global y apoyen a los clientes y proveedores en educación ambiental.
(http://www.thetravelfoundation.org.uk/press_releases.asp)
Necesitamos un cambio cultural para entender un poco este tipo de turismo que promueve justicia social, cultural y ambiental. Necesitamos unir esfuerzos y voluntariamente desarrollar estándares de sostenibilidad ambiental para el disfrute de nuestras futuras generaciones.
Annie Young J.