Por tanto y dado que la politica nacional solo tiene dos estados: podrido o venenoso, entoces solo le queda al panameño conciente, extraerse y desarrollarse tan lejos como pueda de este mecanísmo, ya que el país no tiene forma de crecer en verdadera justicia y prosperidad si para sus dirigentes estas preocupaciones son secundarias frente a su propio bienestar.
Al observar de cerca, esta es la manera en que nos manejamos día a día, llevamos nuestras actividades a merced de un gobierno corrupto y oportunista que si bien es cierto, no nos amenaza a punta de pistola, nos sangra a costa de la legendaria pasividad que nos caracteriza.
No me parece.
No me parece.
panama
elecciones
2009
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