Otra vez, he despertado con la sensación de que mis ojos se han evaporado de sus órbitas.
En el año del Señor de 1327, El Concilio ordena secretamente la invasión y destrucción del Reino del Maligno en un esfuerzo por eliminar de raíz la perversión del Hombre.
Es así como me encontré marchando junto a quinientos soldados y religiosos por senderos ignotos, bajo montañas y océanos. El calor aumenta conforme nos acercamos a nuestro destino, las rocas hierven y se arremolinan en la lava.
Catorce semanas después arribamos ante las murallas de una fortaleza, colosales bosques de amatista rodean un volcán subterráneo; El Adversario instiga una cruenta batalla por la posesión de estas riquezas vacuas. Miles de ratas exterminan a los heridos.
Solo y perdido, me alimento de hongos y peces albinos, alucinando ser un demonio arropado por el fuego y la noche eterna.
En el año del Señor de 1327, El Concilio ordena secretamente la invasión y destrucción del Reino del Maligno en un esfuerzo por eliminar de raíz la perversión del Hombre.
Es así como me encontré marchando junto a quinientos soldados y religiosos por senderos ignotos, bajo montañas y océanos. El calor aumenta conforme nos acercamos a nuestro destino, las rocas hierven y se arremolinan en la lava.
Catorce semanas después arribamos ante las murallas de una fortaleza, colosales bosques de amatista rodean un volcán subterráneo; El Adversario instiga una cruenta batalla por la posesión de estas riquezas vacuas. Miles de ratas exterminan a los heridos.
Solo y perdido, me alimento de hongos y peces albinos, alucinando ser un demonio arropado por el fuego y la noche eterna.
cuento
corto
Yanuly
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