
Este último es un tema recurrente en este blog -y en mi cabeza- porque desde el punto de vista práctico y la experiencia, la concepción de ambientes humanos perfectos en su dimensión individual o social, es fácil en el papel; pero una vez se tratan de implementar, surgen problemas insuperables y que solo pueden ser achacados a su origen, el Hombre mismo. Al final, resulta evidente que no somos hormigas, como entes pensantes estamos sujetos al análisis y la crítica, la duda y la insatisfacción, pero también a una necesidad imperiosa de pertenecer al grupo, y por tanto, ceder ante las presiones sociales, laborales y sacrificar nuestra visión para no sentirnos solos.

BLDGBLOG: En otras palabras, nuestro estilo de vida puede que sea carbon neutral ahora, pero acaso fue en principio, de alguna forma, buena?
K.S. Robinson: Correcto. Especialmente si hemos estado codificando, o esencialmente legimitizando, una grotesca jerarquía de injusticia social de lo más dañina. Y la tendencia del capitalísmo para ignorarla - gesticulando y diciendo: bueno, es un sistema en el que cualquiera
llega a prosperar, tu sabes, la marea sube y todos los botes flotan, bla,
bla..... Durante toda mi carrera he trabajado para redefinir utopía en términos más positivos - más dinámicos. La gente tiende a pensar en la utopía como un final perfecto, lo cual es por definición, imposible y aún peor, perjudicial.
Un político es el hombre que piensa en la próxima elección; mientras que el estatísta piensa en la próxima generación - -James Freeman Clarke
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