Sus documentos estaban escritos sobre pergaminos de papiro (y posteriormente de vellum) y su número es tema de controversia entre los investigadores que postulan cifras entre 200,000 hasta 700,000. Ya que el edificio original no existe y sus estructuras fueron absorbidas o demolidas es difícil hacer un cálculo exacto de lo perdido y solo podemos lamentar -en especial si amamos los libros- el impacto que su desaparición tuvo sobre el desarrollo y clima intelectual del época. Sobre uno de sus estantes se leía: "Un lugar para curar el alma".
En la actualidad, las capacidades de edición y distribución superan los sueños de los antiguos bibliotecarios, aún más si incluimos a la Internet como herramienta de difusión de conocimientos. En este sentido, el péndulo nos encuentra en una posición de lo más beneficiosa. ¡Tanto que leer! Solo hace falta tiempo para hacerlo.
Un casa sin libros es un cuerpo sin alma - Cícero
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